¿Si la comida chatarra es tan perjudicial para la salud, ¿por qué la consumimos tanto?

Buena parte de la respuesta está en su publicidad. La industria tiene un arsenal de estrategias de manipulación para vender productos ultraprocesados con exceso de sodio, exceso de grasas, exceso de azúcares o con edulcorantes y que, además de tener fechas de vencimiento lejanas y largas listas de ingredientes impronunciables, generan residuos contaminantes para el planeta. Los consumimos porque los saben vender.

 

 

Veamos los datos: entre los 5 y los 12 años, una de cada cuatro personas padece de exceso de peso; una encuesta nacional, revela que, en los colegios, 9 de cada 10 estudiantes no consumen suficientes frutas y verduras, pero sí consumen en exceso los productos ultraprocesados (ENSE, 2017).

Pero más allá de las estadísticas, lo cierto es que consumir estos productos nocivos se ha hecho perfectamente normal para TODOS, cuando no lo es. A través de estrategias de manipulación, han logrado, en menos de 40 años, reemplazar y transformar nuestra alimentación.